terça-feira, 31 de agosto de 2010

anomía

alguien se oculta callado en un recodo
habita estancias del cerebro
sin anunciarse aparece y se sienta
desliza un pie y corta un lazo
desde hace tiempo que noto
que alguien desordena estas letras

segunda-feira, 30 de agosto de 2010

Carta a adília lopes

querida adília
se soubesses
que só me convidavam mesmo para dançar
numa cama ou num carro
com músicas que não me pertenciam
se soubesses
que eu também sou inteligente suficiente
para saber que é preciso ser bonita
mas depende para quê
porque deus não me deu gatos
mas infelizmente me deu namorados
alguns negros outros brancos
mas todos martírios quase todos criminosos
que me fizeram mil maldades
e uma maldade muito grande

se soubesses
que tive que mandá-los todos embora
com sete pedras na mão
e mais de um pontapé
por causa daquela maldade muito grande
mas tão grande que cresceu degrau a degrau
como um poema não raciocinado
até ganhar a forma do meu corpo
e agarrar a minha alma e rasgá-la
em pedaços que depois guardei na cesta dos trapos
para fazer um vestido para a minha filha
não precisar de homens poços gatos

querida adília
se soubesses que apesar de inteligente
da entropia não percebo nada
e talvez seja por isso que
não me restam energias
para precisar de namorados

onde já não estou

convenhamos que sou alice sim
mas não esperes que habite o outro lado do teu espelho

tanto faz se nele há
futebol ou
livros ou
dados ou
computadores ou
nomes de familia ou
um preservativo usado ou
uma luta social qualquer ou
uma fotografia da tua mãe

esquece


se me procuras
estou no cheiro da cozinha depois do almoço
e do quarto e da casa de banho sujos de manhã
no jeito da roupa estendida na varanda
nos restos do jantar
nos desenhos junto do telefone
no que fica no carro ao sair
é lá que eu estou
habitando o que resta
dos cheiros
e as palavras

domingo, 29 de agosto de 2010

CAER

I

caer caer caer
extender las manos y tocar
el líquido límite entre el yo y el espejismo

y caer caer caer
hacia ningún punto cardinal
no hay arriba o abajo
no hay dentro o fuera
sólo una nada donde nace todo
y todo es nada

caer caer caer
dirigirse a la eclosión
de lo conocido
sentir el vértigo
sentir el corazón encogerse
y no intentar asirse
porque la única asa verdadera
es la caída

II

caer caer caer
sentarse junto al pozo del pasado
mojar la mano en el gélido fondo de los miedos

cerrar los ojos
respirar lento
confiar en la calma de las aguas
sumergir el pie de más dolores
hasta el fondo

cerrar los ojos
respirar lento
recibir al frío con todos los honores
abriéndole camino hasta el hueso

cerrar los ojos
respirar lento
asentar el pie herido sobre el fondo
amar el lodo porque es caricia
amar la piedra porque es suelo

y aún cerrados los ojos
respirar lento
caminar caminar caminar sabiendo
que el agua siempre ampara la caída
y renueva nuestros sueños

III

caer caer caer
caer pero sobre la cama
taparse con los miedos
sacudirse el frío con recuerdos
vivir en el presente pero ay el presente
qué lleno pero qué falto
qué libre pero qué estrecho
qué bueno pero qué amargo
la tristeza ese lujo
de no vivir el hoy ni el mañana
la esperanza los ojos de lo que no es
el miedo a los adioses al silencio
a todo lo que hubo lo que fue
el deseo esa nave desangrada
la ausencia esa mano al relente
y la noche la noche la noche
que ya se cierne

IV

caer caer caer
en la cuenta de la lechera
en el regazo del encantador de serpientes
en el cuento de la cenicienta

V

caer caer caer
en las garras del pasado
agua que se escapa por los dedos por los pelos
la añoranza esa tirana
la prueba de la fruta esa condena
la ternura esa promesa inconclusa
el olor de unas manos
que no llegarán a tocarme
mi dentro está tan lejos
quiero caerme dentro hasta sentir de nuevo
nacer de nuevo
qué libro prohibió el tacto
qué sentencia pronunció la soledad
el encuentro con el mar oscuro
me siento sobre el suelo y abro
mi pobre caja de Pandora y esparzo
las cenizas las caracolas las piedras y los palos
quién ordenará mis sueños
cómo colocar ahora los recuerdos
para no caer caer caer
de nuevo en la amargura
en el silencio


VI

caer caer caer
sobre el mismo suelo
bajo la misma lluvia
levantarse sin manos sin pies
sin los ojos las venas los cinco sentidos
sin nada que pueda derribarme de nuevo
sin pies para pisar manos para parar
sin suelo sin cielo sin delante y detrás
sin ahora sin antes sin después
sin bocas esperando mi derrota
tan sólo caer caer caer
cerrar los ojos
y olvidar